Relación entre enfermedades crónicas y el potencial de adaptación de nuestro sistema inmune
En la actualidad existe consenso sobre un hecho bien establecido: la mayoría y probablemente todas las enfermedades crónicas están relacionadas con cambios profundos en la capacidad de adaptación de nuestro sistema inmune. Trastornos causados por microorganismos (bacterias, virus, hongos, parásitos), factores químicos (metales pesados, pesticidas) y traumas sufridos (microtraumas repetidos) provocan ciertas reacciones en nuestro organismo. La fase aguda está seguida por una fase de adaptación que, en ocasiones, puede llevar a la “corrupción” de la respuesta inmune. Los síntomas clínicos son indicios de los cambios biológicos y bioquímicos que tienen lugar.
Así por ejemplo, una infección por estreptococos dará lugar a lo que se conoce como la angina blanca que, al no ser tratada adecuadamente (si aún quedan bacterias), podrá desencadenar un proceso reumático. Sin embargo, esta evolución ya no se deberá directamente a la presencia de bacterias, sino a la producción de anticuerpos en el marco de la respuesta inmune que conduce a daños en las articulaciones.
Por lo tanto, la gestión de las enfermedades crónicas requiere la aplicación de una estrategia que debería no solo reducir los síntomas clínicos visibles o perceptibles, sino también restaurar el equilibrio alterado del sistema inmune que permanecerá de un modo u otro siempre presente. La dificultad radica en la restauración de este equilibrio. ¿Cómo acceder al sistema inmunológico? ¿Cuáles son los caminos?
La regulación del sistema inmunitario por la MicroInmunoterapia
La ciencia ha avanzado considerablemente en el conocimiento de los mecanismos subyacentes de la respuesta inmune. A pesar de que hoy todavía quedan muchas zonas grises, se han podido descifrar numerosas “vías” relacionadas con el funcionamiento del sistema inmune.
La microinmunoterapia ofrece la posibilidad de seguir estos “caminos” de forma suave e inocua. ¿Cómo? Utilizando el mismo lenguaje que el sistema inmunológico pero en dosis menores, y comunicando con las células que regulan la respuesta inmune para orientarlas hacia vías de equilibrio más favorables para el desarrollo del organismo. La capacidad de adaptación del organismo a su microentorno, estrechamente relacionada con el sistema inmunitario, jugará un papel esencial en este proceso. Cuando dicho sistema se ve alterado por un trastorno crónico, el entorno se convierte en una nueva amenaza. Podemos decir por lo tanto que la microinmunoterapia ofrece una nueva estrategia de adaptación.
Autor: Dr. Pascal Mensah (Nîmes, Francia)