Se denomina cáncer de útero al cáncer que tiene su origen en el útero de una mujer, aunque posteriormente se extienda a otros órganos. El útero es el lugar donde se desarrolla el bebé durante el embarazo. Existen muchos tipos de cáncer de útero, aunque el más común comienza en el endometrio, la membrana que recubre el útero. Los síntomas del cáncer uterino incluyen hemorragias o secreciones vaginales fuera de lo normal, dificultades para orinar, dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales.

Todas las mujeres tienen riesgo de contraer cáncer de útero, aunque el riesgo aumenta con la edad. Generalmente, este tipo de cáncer se desarrolla después de la menopausia. Además, la obesidad, la diabetes, la hipertensión, la sustitución hormonal con estrógeno (también llamada terapia hormonal para la menopausia) y las condiciones hereditarias también aumentan el riesgo. El tener uno o más de estos factores de riesgo no significa que se vaya a padecer un cáncer de útero.

El tratamiento es esencialmente quirúrgico y varía dependiendo del estado general de la salud y del avance del cáncer. El tratamiento suele ser una histerectomía, que es una cirugía para extirpar el útero, los ovarios y las trompas de Falopio. Otras opciones incluyen la terapia hormonal, radioterapia y micro-inmunoterapia. Cuando el cáncer de útero se detecta en etapas tempranas, el tratamiento es más eficaz.

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