El suizo Henri Dunant fue el creador, en 1863, de la organización humanitaria Cruz Roja y su nacionalidad fue la que inspiró el símbolo que la representa, una cruz con los colores invertidos de la bandera suiza. Desde entonces, esta imagen se asimiló a la ayuda sanitaria en épocas de guerra.
Posteriormente, las farmacias adoptaron el icono como propio, hasta que Francia decidió cambiar el color rojo por el verde. Ello fue por su relación con la naturaleza, la esperanza y las plantas que antaño empleaban las farmacias en sus fórmulas magistrales.
De todos modos, la cruz verde no es una convención universal y exclusiva de las farmacias. En Alemania, se localiza una botica mediante una cruz color rojo, y su uso puede extenderse a otros establecimientos no vinculados a la sanidad. Sea como sea, la esta identifica a las oficinas de farmacia a pie de calle de una manera rápida y a simple vista del paciente.
Cabe destacar que en estos momentos de emergencia sanitaria, la cruz verde de las farmacéuticas y farmacéuticos españoles brilla más que nunca por su entrega y vocación de servicio y trato cercano y amable con el ciudadano.