Está de moda hablar del eje intestino-cerebro, y no es para menos. El intestino y el sistema nervioso se relacionan de manera tan íntima, que parece que se hablan, de ahí el vínculo entre colon irritable y estrés. ¡Y conviene tomar nota de lo que te dice tu intestino! Además, esta relación no es solo cuestión de dos: tu sistema inmunitario también sale perjudicado cuando cualquiera de estos dos sistemas se encuentra afectados.

En el siguiente post hablaremos de cómo factores que condicionan la salud mental, como el estrés, o desequilibrios del aparato digestivo, como el colon irritable, pueden influirse mutuamente.

Conexiones entre el APARATO DIGESTIVO y el sistema nervioso

El sistema nervioso interacciona constantemente con el tubo digestivo, y viceversa, pues se ha visto que esta relación es bidireccional. Así, normalmente ocurre que las enfermedades nerviosas e impactos emocionales desencadenan síntomas gastrointestinales de nueva aparición, y viceversa, la presencia de síntomas gastrointestinales desencadena desórdenes psicológicos.

Entre los síntomas más frecuentes en la enfermedad del colon irritable, se describen el dolor abdominal, diarrea, gases y sensación de hinchazón. Con ellos es frecuente la coexistencia de trastornos del ánimo como ansiedad y depresión y es que el estrés crónico genera inflamación y favorece desórdenes en la flora intestinal, del mismo modo que la disbiosis puede afectar a la síntesis y funcionamiento de los neurotransmisores y fomentar desequilibrios nerviosos.

Precisamente, hay estudios recientes que muestran que la ansiedad o la depresión son 5 veces más frecuentes en personas con síndrome de intestino irritable que en personas sin él.

¿Qué relación hay entre APARATO DIGESTIVO y sistema inmune?

El intestino es rico en componentes inmunitarios. Por un lado, la mucosa intestinal está revestida por células epiteliales que actúan de barrera separando la luz intestinal del tejido subyacente, evitando que sustancias tóxicas, patógenos dañinos o alérgenos se filtren hacia el cuerpo. Esta función de barrera es clave para la defensa inmunitaria. También secretan sustancias químicas dedicadas a atrapar cualquier partícula nociva, evitando que se adhiera o penetre la barrera protectora.

Por debajo de estas células, en el tejido subyacente, el intestino incluye toda una batería de células inmunitarias, destinadas a reconocer potenciales agresores e informar al resto del organismo.

Asimismo, el intestino es el hogar de la microbiota, que se considera parte del sistema inmune de la mucosa, ya que tiene también la función de mantener la salud de la barrera epitelial. Si se altera esta relación entre intestino y sistema inmune surge antes o después la aparición de síntomas intestinales y la evolución hacia un entorno inflamatorio que, al cronificarse, puede derivar en patología, como ocurre en la enfermedad de Crohn y otras patologías.

¿Qué relación hay entre sistema inmune y sistema nervioso?

Entre sistema inmune y sistema nervioso existe una relación más estrecha de lo que pensamos. Por una parte en enfermedades neurológicas como el Parkinson o el Alzheimer hay una base neuroinflamatoria; pero también enfermedades psiquiátricas como la ansiedad y la depresión pueden afectar la capacidad de defenderse del cuerpo, ocasionando, por ejemplo, una mayor susceptibilidad a infecciones.

Durante el estrés crónico se destaca un incremento de interleucina 1B que transforma esta señal inflamatoria en señal nerviosa. En esta situación, el organismo aumenta la secreción de cortisol hasta producirse resistencia celular al mismo, con lo que se entra en un círculo vicioso que desequilibra las redes nerviosas e inmunológicas. Se origina también un desequilibrio en la secreción de melatonina que es responsable de los trastornos del sueño que suelen acompañar al estrés crónico.

Ahora que conocemos el impacto que existe entre intestino y sistemas nervioso e inmune; ¿Cómo puedes mejorar tu salud de forma duradera?

  1. Apoyando tu sistema inmunológico. En situaciones crónicas de ansiedad o depresión, se alteran algunas vías inmuno-metabólicas y puede generarse un entorno inflamatorio. En este contexto, la microinmunoterapia, por su trabajo de modulación del sistema inmune, puede ayudar a reequilibrar la respuesta del sistema inmunitario con el fin de disminuir la inflamación. Además, las situaciones de estrés y ansiedad mantenidas en el tiempo, afectan directamente nuestra capacidad de defensa ante infecciones, y muchas veces nos hace susceptibles a sufrir infecciones o facilitan las recidivas. El apoyo inmunológico es por tanto el medio para recuperar y mantener tu salud a largo plazo, porque se dirigen a ayudar al sistema inmunitario de forma activa a autorregularse y restaurar su buen funcionamiento.
  2. Asegurando el equilibrio de tu microbiota intestinal. Para ello es muy importante tener unos buenos hábitos intestinales y cuidar la alimentación incluyendo en tu dieta alimentos frescos variados y evitando en lo posible los alimentos procesados. Además, si es necesario, puedes recurrir a la toma de probióticos que aportan cepas beneficiosas a la flora intestinal.
  3. Incorporando rutinas de ejercicio a tu día a día. Si puedes realizar ejercicio de manera frecuente y adaptada a tus posibilidades darás una salida a esa ansiedad que se acumula a lo largo de los días. Con el ejercicio se regula la secreción de hormonas como el cortisol lo cual ayuda a disminuir el estrés y por otra parte se favorece la motilidad intestinal tan necesaria para prevenir estreñimiento, y conseguir buenos hábitos intestinales.

 Bibliografía

  1. Gracie DJ, Hamlin PJ, Ford AC. The influence of the brain-gut axis in inflammatory bowel disease and possible implications for treatment. Lancet Gastroenterol Hepatol. 2019 Aug;4(8):632-642. doi: 10.1016/S2468-1253(19)30089-5. Epub 2019 May 20. PMID: 31122802.
  2. Kayama H, Okumura R, Takeda K. Interaction Between the Microbiota, Epithelia, and Immune Cells in the Intestine. Annu Rev Immunol. 2020 Apr 26;38:23-48. doi: 10.1146/annurev-immunol-070119-115104. PMID: 32340570.
  3. Zefferino R, Di Gioia S, Conese M. Molecular links between endocrine, nervous and immune system during chronic stress. Brain Behav. 2021 Feb;11(2):e01960. doi: 10.1002/brb3.1960. Epub 2020 Dec 8. PMID: 33295155; PMCID: PMC7882157.

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