Los receptores de tipo Toll (Toll-like receptors, TLRs) son moléculas clave en el reconocimiento de patógenos y/o moléculas propias alteradas, siendo capaces de disparar la respuesta inmunológica.

¿Cómo se detectan los patógenos?

El sistema inmunológico es el encargado de reconocer y eliminar los agentes externos. Este reconocimiento lo realizan células que circulan en los tejidos, principalmente los macrófagos (aunque también otras células fagocíticas), mediante receptores específicos denominados PRRs (receptores de reconocimiento de patrones). Su función es la de reconocer partes concretas y conservadas de los patógenos, como elementos de su superficie o de su material genético, lo que se denomina PAMPs (patrones moleculares asociados a patógenos). También son capaces de reconocer moléculas derivadas de tejidos lesionados del propio huésped o moléculas producidas por células que se están muriendo, por ejemplo. Estas sustancias son señales de peligro (DAMPs: patrones moleculares asociados a peligros) pues no se encuentran en condiciones normales en el huésped.

Los receptores de tipo Toll: Tipos y función

Entre estos PRRs se encuentran los receptores de tipo Toll. Esta clase de receptores se encuentra tanto en células del sistema inmune como macrófagos, neutrófilos  o células dendríticas , como en células del endotelio vascular, células del epitelio intestinal, etc. En la actualidad se conocen 11 clases de TLRs en humanos (TLR1-11). Se trata de receptores proteicos de membrana, de los cuáles algunos se expresan en la membrana de las células y otros en las membranas de compartimentos intracelulares (TLR3, 7, 8 y 9). Los primeros son capaces de reconocer elementos de la superficie de las bacterias o virus, así como moléculas secretadas por nuestras células. Los segundos reconocen principalmente ácidos nucleicos, como por ejemplo el material genético de los virus, cuando éstos infectan las células.

Cuando un receptor de tipo Toll se une a una determinada molécula (su ligando), se dispara una cascada inflamatoria intracelular, que permite activar la expresión de genes de citoquinas , creando así un ambiente de inflamación que ayudará a reclutar otras células del sistema inmune y degradar el patógeno o reparar así como regenerar un tejido.

Aunque estas moléculas son tan importantes en el reconocimiento de patógenos y en la activación de la respuesta inmunitaria, cabe destacar que también tienen un papel crucial en enfermedades autoinmunitarias  . Se ha visto que tanto la presencia de algunos agentes patógenos como defectos en los genes que codifican para estos receptores, pueden hacer que se induzca una respuesta inmune contra estructuras del propio huésped (moléculas autorreactivas).

 

 

Bibliografía

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[2]       S. Rakoff-Nahoum and R. Medzhitov, “Toll-like receptors and cancer.,” Nat. Rev. Cancer, vol. 9, no. JANuARy, pp. 57–63, 2009.

[3]       J. Hurst and P. von Landenberg, “Toll-like receptors and autoimmunity,” Autoimmun. Rev., vol. 7, pp. 204–208, 2008.

[4]       D. S. Pisetsky, “The role of innate immunity in the induction of autoimmunity,” Autoimmun. Rev., vol. 8, pp. 69–72, 2008.

[5]       M. Fischer and M. Ehlers, “Toll-like receptors in autoimmunity,” Ann. N. Y. Acad. Sci., vol. 1143, pp. 21–34, 2008.

 

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