Como ya sabréis, nuestro sistema inmunitario es una compleja red de células, órganos y tejidos que nos ayuda a prevenir muchas enfermedades. Cuidar de nuestro sistema inmune debe ser, por tanto, un pilar fundamental dentro del cuidado de nuestra salud. Esto es posible y puede hacerse de forma sencilla, si sabemos cómo. Hoy nos gustaría explicaros cómo hacerlo de una forma completamente natural, vigilando la alimentación y haciendo deporte.
¿Sospechas que puedes tener un sistema inmunológico deprimido?
Nuestro cuerpo, sin que nosotros nos demos cuenta, puede estar pasando por momentos de estrés y ansiedad en los que nuestras defensas bajan de forma natural. En estos momentos se dice que el sistema inmune se encuentra deprimido.
Esto no es más que una fase en la que factores externos han conseguido que este se encuentre menos activo y por este motivo el cuerpo se vuelve más susceptible a infecciones y enfermedades.
¿Sabíais que el sistema inmunológico nos avisa si se siente atacado? Tenemos la suerte de contar con pequeñas alertas y pistas que nuestro cuerpo nos da para avisarnos de que se encuentra debilitado.
- Pequeñas laceraciones o heridas en los labios.
- Uñas y pelo frágiles.
- Infecciones recurrentes en nuestro organismo (orina, garganta, oído, etc.).
- Molestias musculares sin sentido aparente.
- Cansancio crónico o agotamiento físico post-esfuerzo.
- Insomnio o molestias a la hora de dormir.
- Sudoración nocturna.
- Heridas que tardan en cicatrizar.
- Síntomas de alergia repentinos.
- Inicios de gingivitis.
Estos pequeños síntomas pueden ser la llamada de auxilio que nuestro sistema inmunológico débil nos está dando para que tomemos medidas. De todas maneras, lo mejor que se puede hacer para verificar si tenemos un sistema inmune deprimido es visitar a un médico experto que seguro nos ayudará a detectarlo de forma correcta.
¿Por qué es importante la alimentación para LA INMUNIDAD NATURAL?
Una de las mejores formas que tenemos para reforzar nuestro sistema inmunológico de forma natural es vigilar nuestra alimentación.
Una alimentación sana y equilibrada aporta a nuestro organismo ciertas sustancias que además de ser beneficiosas para nuestra nutrición, también lo son para nuestro sistema inmunológico. Además, el intestino, como otras mucosas (ej. la mucosa respiratoria o vaginal), cuenta con una importante función inmunológica, por lo que gozar de un intestino sano, nos ayuda a luchar contra infecciones y enfermedades inflamatorias. A continuación, os compartimos algunos ejemplos y os explicamos de qué manera son buenos para el sistema inmune:
- Ciertos metales: como el zinc o el hierro actúan como cofactores en las reacciones del metabolismo (necesarias para procesar los nutrientes) y también en la respuesta del sistema inmunitario.
- Vitaminas: tales como la vitamina C, que tienen un efecto antioxidante.
- Alimentos proteicos: lácteos y carnes blancas pueden aportar la energía que nuestro sistema inmune necesita.
- Grasas saludables: como por ejemplo los alimentos ricos en omega 3 como el pescado. Estos son perfectos para nuestro cuerpo y promueven la regeneración celular y el efecto antioxidante.
- Alimentos ricos en fibra: son beneficiosos para nuestra microbiota intestinal. Ayudan también a generar un efecto antiinflamatorio en nuestro cuerpo.
Para estos casos, lo más recomendable es seguir un estilo de dieta Mediterráneo. Si añadimos a nuestras ingestas diarias frutas, verduras, granos y grasas del tipo saludable (las encontramos en pescados o en el aceite de oliva) conseguiremos una dieta llena de nutrientes como la vitamina C, el zinc y una gran cantidad de antioxidantes que ayudarán de forma natural a nuestro sistema inmune.
Un cuerpo activo es sinónimo de un sistema inmunológico fuerte
De la misma forma que debemos fortalecer nuestro intestino con la dieta, también tenemos que ocuparnos del resto de nuestros órganos y músculos con la actividad física. Un cuerpo activo es sinónimo de un sistema inmunológico sano, fuerte y capaz de protegernos de cualquier agente externo negativo.
Y es que hacer ejercicio todos los días y mantener nuestro cuerpo activo es una de las maneras más poderosas de reforzar y estimular nuestro sistema inmunológico. No importa ni la edad ni el tipo de deporte o ejercicio (aunque siempre se recomiendan ejercicios aeróbicos como la natación o la bicicleta). Siempre que estés a gusto con el ejercicio que practiques, ayudarás a tu inmunidad natural. Mantenerse activo también disminuye el estrés, por lo que también reducimos las posibilidades de tener un sistema inmune deprimido.
Eso sí, evita en todo momento el sobreesfuerzo. Es posible que nuestro cuerpo no esté acostumbrado a una carga de ejercicio si no somos deportistas habituales. En estos casos debemos empezar a introducir rutinas de ejercicio de forma gradual, adaptándonos a nuestra edad y condición física. Darle a nuestro cuerpo una frecuencia de ejercicio demasiado intensa sin estar preparado para soportar puede ocasionar lesiones y además acaba por ejercer un efecto inmunosupresor, consiguiendo justo lo contrario de lo que buscamos con el deporte.
Esperamos que ahora que sabes cómo reforzar tu inmunidad natural gracias a la buena alimentación y al deporte, pongas nuestros consejos en práctica.
Bibliografía
- Ballester Santovenia J.M, Macías Abraham C. El sistema inmunológico: comentarios de interés básico. Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia. 2003, 19 (2-3). http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-02892003000200006
- Cedillo Barrón L, López González M, Gutiérrez Castañeda B. ¿Qué es y cómo funciona el sistema inmune?. Revista Ciencia, Abril/Junio 2015, 25. https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/images/revista/66_2/PDF/Sistema_Inmune.pdf
- Helmber A, “Immune System and Immunology”, Arno Helmberg Home Page, http://helmberg.at/immunology.htm
- Benito, J. F. (2014). Enfermedades autoinmunes. Centro de Estudio de Enfermedades Autoinmune, CREA. https://doi.org/10.1016/S0211-3449(05)73580-3