La música tiene un efecto indiscutible sobre nuestro estado de ánimo, modulando nuestras emociones en la vida cotidiana. Pero además también puede promover salud física, psicológica y bienestar general.
La química de la música
Siempre que escuchamos música de nuestro gusto, nuestro organismo libera más cantidades de un neurotransmisor relacionado con los sistemas de recompensa, la dopamina, lo que nos provoca sensación de bienestar.
Un equipo dirigido por el Prof. Daniel J. Levitin del departamento de Psicología de la Universidad McGill en Canadá ha podido demostrar, después de revisar 400 artículos de investigación en neuroquímica sobre la música, que tocar y escuchar música tiene claros beneficios tanto para la salud física como mental1.
Uno de los hallazgos más interesantes en este campo es que existe una asociación entre la música y los niveles de inmunoglobulina A (IgA), anticuerpo vinculado a la inmunidad, así como con un número mayor de células que combaten gérmenes y bacterias.
Además, escuchar música mejora nuestra salud cardiovascular, aumentando la producción de óxido nítrico que favorece la dilatación de vasos sanguíneos5. También libera endorfinas, los neurotransmisores que se encargan de hacernos sentir bienestar y felicidad, actuando como analgésicos naturales1.
Por otra parte, mejora la salud cognitiva, aumentando la comunicación neuronal, la elasticidad y la plasticidad del cerebro6, y juega un papel en la regulación de la motilidad gástrica e intestinal, la moderación de los síntomas gastrointestinales relacionados con el cáncer4.
Por último, protege del envejecimiento cerebral: según un estudio del Frontiers in Human Neuroscience, practicar con un instrumento musical reduce los efectos del deterioro mental asociado al envejecimiento. Los resultados de esta investigación mostraron que los adultos que habían tocado un instrumento en la infancia durante 10 años superaban a los no músicos en las pruebas de memoria y capacidad cognitiva7.
¿Influyen los gustos musicales personales?
Cada persona trae al nacer una musicalidad innata, es decir, una sensibilidad a la música y a sus elementos que puede ser activada para la salud y la calidad de vida.
La elección del tipo de música es única y personal y tiene que ver con la musicalidad innata propia y las preferencias personales. Parece ser que para nuestro sistema inmunológico es indistinto y que la clave no está tanto en el tipo de música, sino en el volumen, el ritmo y en el hecho de que sea la preferida del oyente. En este sentido, los expertos aseguran que, del mismo modo que escuchar aquella que a uno le agrada aporta muchos beneficios, hacerlo con música «desagradable» puede producir efectos contraproducentes en el humor e, incluso, provocar una constricción de los vasos sanguíneos2.
Uso terapéutico de la música
La utilización de la música como terapia en el área médica y de la salud mental está siendo cada vez más reconocida, hasta tal punto que es empleada hoy en día en tratamientos para el dolor, en rehabilitación neurológica en presencia de lesión cerebral, enfermedades neurodegenerativas y trastornos del neurodesarrollo3. También existen indicios de que escuchar la música que más nos gusta favorece una buena salud cardiovascular2.
Bibliografía
- Chanda, M.L., Levitin, D.J. The neurochemistry of music. Trends in Cognitive Sciences. 2013; 17(4):179-193.
- Llavinia Rubio, N. La música como tratamiento para mejorar la salud. Web www. consumer.es – Fundación EROSKI. Accesible en: [http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2011/01/24/198449.php].
- Lichtensztejn, M. Los efectos de la música en el sistema inmune. Buena Vida 22/05/2013. Artículo en prensa, accesible en [http://www.clarin.com/buena-vida/salud/efectos-musica-sistema-inmune_0_ryxmd-OjPQx.html].
- Yamasaki, A. Booker, A. Kapur, V. et al. The impact of music on metabolism. Nutrition. 2012; 28(11-12):1075-1080.
- European Society of Cardiology. Listening to favorite music improves endothelial function in CAD. Online News release. ESC Congress 2013. Disponible en: [https://www.eurekalert.org/pub_releases/2013-09/esoc-ltf083013.php].
- Wan C.Y., Schlaug G. Music making as a tool for promoting brain plasticity across the life span. Neuroscientist. 2010; 16(5):566-577.
- Hanna-Pladdy, B. , Gajewski, B. Recent and Past Musical Activity Predicts Cognitive Aging Variability: Direct Comparison with General Lifestyle Activities. Front Hum Neuroscience. 2012; 198.