El bazo es el órgano más grande del sistema linfático, en un adulto puede pesar de 150-200 gramos y tiene forma de puño. Se sitúa al lado izquierdo de la cavidad abdominal debajo del diafragma y detrás del estómago, protegido por las costillas 9, 10 y 11.
Está formado por dos tipos de tejidos:
- Pulpa roja: es el tejido mayoritario de color rojizo, que anatómicamente forma la parte externa del bazo y que contiene en su interior a la pulpa blanca. Se denomina así porque está formado por un gran número de vasos sanguíneos, llamados capilares sinosoïdes, que facilitan la entrada y salida al tejido de células de la sangre.
- Pulpa blanca: está constituida por una especie de nódulos blanquecinos de tejido linfoide, en el que se pueden encontrar linfocitos T y células B en compartimentos separados.
Las funciones del bazo
Se pueden clasificar en dos tipos:
De tipo hematológicas:
- Filtrado de la sangre y eliminación de hematíes viejos o inmaduros y de células propias no funcionales.
- El bazo es uno de los principales depósitos de hierro junto con el hígado y la médula ósea.
- Diferenciación de glóbulos blancos.
De tipo inmunológicas:
- Fagocitosis de células extrañas dañinas como bacterias, virus y otros antígenos.
- Formación de inmunoglobulina M debido a la entrada de antígenos filtrados desde la sangre
- Producción de opsoninas importantes para fagocitar las bacterias.
Problemas relacionados con el bazo
Los más habituales son:
- Esplenomegalia: existen enfermedades como infecciones crónicas o cánceres de la sangre que dan lugar a un aumento desproporcionado del bazo lo que conlleva una destrucción masiva de eritrocitos (glóbulos rojos) y consecuentemente anemia hemolítica. Este aumento de tamaño puede ocasionar además el aplastamiento de órganos próximos como el estómago o los pulmones, y también del diafragma.
- Rotura del bazo: puede producirse como consecuencia de un traumatismo, típicamente por accidentes de tráfico.
En ambos casos se debe realizar una esplenectomía o extirpación del bazo. Posteriormente algunos órganos como el hígado asumen las funciones perdidas aunque se habrá originado una situación de mayor susceptibilidad a las infecciones.
Bibliografía
- Mebius R.E, Kraal G. Structure and functions of the spleen. Nature Reviews 2005 5:606-616.
- Chadburn A: The spleen: anatomy and anatomical function, Semin Hematol 37:13-21, 2000.
1 comentario
Estoy satisfecha con todos éstos conocimientos.