El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune, crónica y sistémica (que afecta a varias partes del organismo) y que es producida por la entrada de linfocitos en las glándulas secretoras encargadas de mantener la humedad en algunas zonas del cuerpo, principalmente lagrimales y salivales. También se caracteriza por la producción de autoanticuerpos (anticuerpos dirigidos contra estructuras del propio organismo, reconociéndolas como extrañas), siendo por tanto un desorden relacionado con aberraciones en la regulación de la respuesta inmunitaria adaptativa.

Esta enfermedad puede ser primaria, no relacionada o asociada a otro trastorno, o secundaria, acompañada generalmente de otros desórdenes de carácter autoinmune (lupus, artritis reumatoide…). Suele afectar principalmente a mujeres a partir de los 40 años.

¿Cómo se manifiesta?

Esta enfermedad presenta unas características que pueden aparecer combinadas o no:

Por un lado, las que describen un síndrome seco: con xerostomía (sensación subjetiva de sequedad oral), necesidad de beber líquido de manera frecuente, dificultad para tragar, hablar, parotiditis, quemazón bucal,  etc. y xeroftalmia (sensación subjetiva de sequedad ocular), falta de lágrima, parpadeo excesivo, visión borrosa, etc. Ambos son síntomas claves que aparecen hasta en el 95% de los casos.

La fatiga crónica aparece también con mucha frecuencia. El síndrome de Sjögren puede ir además acompañado de depresión, trastornos del sueño, ansiedad, dolor crónico etc., que son causa frecuente de discapacidad laboral.

No obstante, también pueden haber otras manifestaciones extra-glandulares que se relacionan con la aparición temprana de la enfermedad. Pueden afectar a muchas zonas del organismo como articulaciones, pulmones, hígado, sistema nervioso, endocrino etc.

Diagnóstico y tratamiento

No se conoce la causa exacta de este síndrome, por lo que hacer un diagnóstico es difícil y normalmente requiere de tiempo, ya que además existen muchas patologías que presentan los mismos síntomas. Se debe valorar la presencia de síntomas y signos orales y oftalmológicos, autoanticuerpos e incluso puede ser necesario hacer una biopsia de glándula salival.

Generalmente, en el tratamiento del síndrome de Sjögren se suelen recomendar una serie de cuidados como: una buena hidratación oral y ocular, evitar factores que deshidraten o irritantes, como pueden ser algunos fármacos, aire acondicionado o calefacciones, pantallas de dispositivos electrónicos, etc.  El uso de medicamentos debe ser siempre recomendado por un especialista.

Microinmunoterapia

Los medicamentos de microinmunoterapia tienen el objetivo de ayudar al sistema inmunitario a normalizarse y volver al equilibrio, para poder llevar a cabo su función correctamente, pudiendo así mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

Bibliografía:

Vitali C, Bombardieri S, Jonsson R, Moutsopoulos HM, Alexander EL, Carsons SE, et al.; European Study Group on Classification Criteria for Sjögren’s Syndrome. Classification criteria for Sjögren’s syndrome: a revised version of the European criteria proposed by the American-European Consensus Group. Ann Rheum Dis. 2002;61(6):554-8

William St. Clair E. Sjögren’s syndrome En: Firestein GS, Budd RC, Gabriel SE, McInnes IB, O’Dell JR, Editors. Kelley’s Textbook of Rheumatology. 9ª ed. Philadelphia: Saunders-Elsevier; 2013. p. 1169-92

Peri Y, Agmon-Levin N, Theodor E, Shoenfeld Y. Sjögren’s syndrome, the old and the new. Best Pract Res Clin Rheumatol. 2012;26(1):105-17.

 

Fuente de la fotografía: Wikimedia Commons

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